Curiosamente es en las ciudades donde las mariquitas, por su belleza y su facilidad de avistarlas tenga un mejor tratamiento que en el campo o incluso entre algunos jardineros.
La comúnmente denominada mariquita y la más habitual en nuestros parajes, aunque no la única, es un coleóptero de la familia de los coccinélidos, denominada “Coccinella septempunctata”, es decir la mariquita de siete puntos negros sobre sus élitros rojos. Ésta especie es uno de los mayores depredadores naturales de los pulgones. Tanto en su estado adulto como principalmente en su estado larvario, son especialmente efectivas para el control de las principales especies de pulgón que están a punto de invadirnos.
Efectivamente, cuando observamos mariquitas en algún lugar, mirar detenidamente las plantas próximas, porque seguramente encontrareis pulgones en sus tallos más tiernos.
En agricultura ecológica, hace ya bastantes años que existen empresas dedicadas a la procreación de estos coccinélidos para ser vendidos vivos en paquetes (principalmente utilizados en invernaderos) o se realiza la suelta masiva en cultivos al aire libre.
La comúnmente denominada mariquita y la más habitual en nuestros parajes, aunque no la única, es un coleóptero de la familia de los coccinélidos, denominada “Coccinella septempunctata”, es decir la mariquita de siete puntos negros sobre sus élitros rojos. Ésta especie es uno de los mayores depredadores naturales de los pulgones. Tanto en su estado adulto como principalmente en su estado larvario, son especialmente efectivas para el control de las principales especies de pulgón que están a punto de invadirnos.
Efectivamente, cuando observamos mariquitas en algún lugar, mirar detenidamente las plantas próximas, porque seguramente encontrareis pulgones en sus tallos más tiernos.
En agricultura ecológica, hace ya bastantes años que existen empresas dedicadas a la procreación de estos coccinélidos para ser vendidos vivos en paquetes (principalmente utilizados en invernaderos) o se realiza la suelta masiva en cultivos al aire libre.
Así que ya lo sabéis, las mariquitas son insectos depredadores de los pulgones y si de alguien hay que temer algo es de las hormigas, esas, esas si que son de temer cuando hay pulgón.
No me gustaría despedirme sin contar una anécdota, sucedida cuando trabajaba en una Cooperativa de la zona como Técnico: Un agricultor, "de los de toda la vida", me llevó a ver su campo de alfalfa y me comentó que siempre por el mismo sitio empezaba el ataque de pulgones hasta invadirle todo el campo. Al estudiar detenidamente lo que allí había me encontré ciertamente con una gran cantidad de pulgones sobre los tallos más tiernos de la alfalfa, pero a su vez, una gran cantidad de adultos y larvas de mariquitas, así que le dije, tranquilo que esta plaga de pulgón te la está controlando la mariquita.
- ¿Pero que dices?, si es la mariquita la que trae siempre al pulgón.
Y yo, ahí estaba dándole mis razones.
- ¿Pero que dices?, si es la mariquita la que trae siempre al pulgón.
Y yo, ahí estaba dándole mis razones.
El agricultor no salió muy convencido, pero le hice la siguiente propuesta:
- Mira Jacinto, ni se te ocurra tratar con insecticida. Vamos a esperar siete días y volvemos a ver que ha sucedido y si en verdad el pulgón te merma la producción de forraje, yo te pagaré de mi bolsillo las pérdidas ocasionadas.
Al cabo de siete días volvíamos a estar en el mismo campo. Los pulgones habían reducido su ataque y la población de mariquitas era más evidente.
- ¿Lo ves? ¿Has visto como se está controlando el ataque del pulgón?
- Si, si, pero es que …..¡No me fío! ¡Que este campo es muy puñetero!.
Al final este agricultor acabó tratando la parcela con insecticida, matando una parte de los pulgones y a toda la población de mariquitas que ahí había. Cada vez que revivo este acontecimiento, me da un vuelco el corazón y pienso: ¡Será burro!
- Mira Jacinto, ni se te ocurra tratar con insecticida. Vamos a esperar siete días y volvemos a ver que ha sucedido y si en verdad el pulgón te merma la producción de forraje, yo te pagaré de mi bolsillo las pérdidas ocasionadas.
Al cabo de siete días volvíamos a estar en el mismo campo. Los pulgones habían reducido su ataque y la población de mariquitas era más evidente.
- ¿Lo ves? ¿Has visto como se está controlando el ataque del pulgón?
- Si, si, pero es que …..¡No me fío! ¡Que este campo es muy puñetero!.
Al final este agricultor acabó tratando la parcela con insecticida, matando una parte de los pulgones y a toda la población de mariquitas que ahí había. Cada vez que revivo este acontecimiento, me da un vuelco el corazón y pienso: ¡Será burro!
4 comentarios:
En Laspuña las llamamos "cuquetas de dios",cuantas mas hay mejor cosecha.
Si señor! Es que ahí en Laspuña sois muy espabilaus.
(lo que sigue es publicidad de otro blog)
yo les dediqué hace tiempo una entrada en la abandonada serie micra - la belleza de las cosas pequeñas
y supongo que por el título que le puse ha sido una entrada muy visitada... hay gente buscando unas cosas por internet...
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