martes, 4 de enero de 2011

Economía sostenible en el invernadero

En la Escuela de jardinería en la que trabajo, disponemos de un invernadero templado, es decir, que dispone de un sistema de calefacción que mantiene una temperatura mínima de unos 6 ºC. En este invernadero se encuentran las plantas de origen tropical o subtropicales (y no de interior), que evidentemente no pueden soportar las bajas temperaturas que tenemos en estos lares.

Hace unos días se rompió la caldera de aire caliente y ayer vinieron a arreglarla. Es una calefacción que tiene mas de 20 años. El motor eléctrico del ventilador estaba quemado, el termostato no era ya de fiar, el interruptor de ventilación estaba también roto y los tubos del quemador estaban realmente sucios.

Plantas en el interior del invernadero

Posiblemente si hubieran venido otras personas, nos hubieran cambiado la calefacción entera, sin embargo acudieron unos auténticos profesionales. Desmontaron el ventilador y sacaron el motor eléctrico para rebobinarlo, quitaron el interruptor roto y el termostato para cambiarlo. En el desmonte al quitar las chapas interiores hizo que algunos tornillos saltaran por estar oxidados, ningún problema, se recolocaron nuevos tornillos sujetándolos con unos puntos de soldadura, cambiaron los manguitos del gasóleo y al final la calefacción quedó arreglada y como nueva.

¡Esto es economía sostenible! Técnicos que saben fontanería, electricidad, soldadura y saben poner su experiencia para apañar lo que se les ponga por delante.

Con este sistema de reparación se ha implicado a un taller de bobinados, a una empresa de distribución de piezas y se ha evitado llevar a la chatarra una caldera que sigue funcionando estupendamente.


Foto pepenosela: Alocasia macrorrhiza (oreja de elefante) protegida de las bajas temperaturas
La cuestión es si los que se dedican a fabricar calefacciones piensan lo mismo. El balance económico y ambiental esta al lado de la buena reparación.