El pasado mes de febrero estuvimos viendo como habían pasado el invierno nuestras abejas, la verdad es que no ha habido demasiadas bajas. Todos los inviernos suelen ser responsables de cerca de un 10% de bajas, principalmente por hambre o debilidad de la colmena frente a pillajes de otras colmenas mas fuertes, ataques de ratones, etc. (* Ampliar la foto que merece la pena)
En esta primera visita, ya los romeros empezaban a estar en flor y las temperaturas permitían el pecoreo de las abejas.
Esta inspección es clave para ver el estado de la puesta o pollo de las abejas, ya que de ello depende el porvenir de la colmena.
Es cierto que íbamos provistos de miel ligeramente diluida para darles de comer. Utilizamos los restos de bidones de su propia miel para que puedan salir airosas y fuertes durante la primavera.
La inspección debe ser bastante concienzuda, especialmente para mirar las puestas de la reina, ver si hay huevos y pollos en las celdillas, observar su coloración, ver que no estén afectadas por hongos y que la salud de la colmena es buena.
Las piqueras o entradas a las colmenas, que se habían dejado bastante cerradas (principalmente para que no entren animales ajenos) se abren totalmente puesto que la actividad de pecoreo sobre los romeros y otras flores estaba en plena actividad.
Se les aporta agua a los bebederos y se estudia meticulosamente la causa de las colmenas que han sido baja. En un par de casos donde las colmenas no debían estar muy fuertes habían sufrido un cierto saqueo por parte de ratones. Por el contrario en un enjambre fuerte nos encontramos literalmente “momificado” a un ratón. En otro caso nos dimos cuenta que uno de los enjambres que dejamos se había quedado débil después de haber sacado la miel en otoño (lo apuramos demasiado) y en el último caso había una colmena que hacía poco que había sido desalojada (aun quedaba miel de sobra en su interior), en esta tenemos casi la certeza de que la reina había desaparecido y el resto del enjambre se habría repartido por el resto de colmenas.
¡Será por yo ser un novato en estos asuntos, pero me pareció una labor detectivesca de primer orden!
En esta primera visita, ya los romeros empezaban a estar en flor y las temperaturas permitían el pecoreo de las abejas.
Esta inspección es clave para ver el estado de la puesta o pollo de las abejas, ya que de ello depende el porvenir de la colmena.
Es cierto que íbamos provistos de miel ligeramente diluida para darles de comer. Utilizamos los restos de bidones de su propia miel para que puedan salir airosas y fuertes durante la primavera.
La inspección debe ser bastante concienzuda, especialmente para mirar las puestas de la reina, ver si hay huevos y pollos en las celdillas, observar su coloración, ver que no estén afectadas por hongos y que la salud de la colmena es buena.
Las piqueras o entradas a las colmenas, que se habían dejado bastante cerradas (principalmente para que no entren animales ajenos) se abren totalmente puesto que la actividad de pecoreo sobre los romeros y otras flores estaba en plena actividad.
Se les aporta agua a los bebederos y se estudia meticulosamente la causa de las colmenas que han sido baja. En un par de casos donde las colmenas no debían estar muy fuertes habían sufrido un cierto saqueo por parte de ratones. Por el contrario en un enjambre fuerte nos encontramos literalmente “momificado” a un ratón. En otro caso nos dimos cuenta que uno de los enjambres que dejamos se había quedado débil después de haber sacado la miel en otoño (lo apuramos demasiado) y en el último caso había una colmena que hacía poco que había sido desalojada (aun quedaba miel de sobra en su interior), en esta tenemos casi la certeza de que la reina había desaparecido y el resto del enjambre se habría repartido por el resto de colmenas.
¡Será por yo ser un novato en estos asuntos, pero me pareció una labor detectivesca de primer orden!
Pepenosela observando las puestas.
Por último dimos un repaso a los alrededores de las colmenas para evaluar la humedad del suelo, los estados de floración de los romeros y resto de plantas del entorno. Habrá que volver dentro de 15 días a ver como les ha sentado el refuerzo nutricional que les hemos llevado y como evoluciona la flor, para ver si esta primavera cortamos algo de miel de romero y nos llevamos a desinfectar las colmenas que habían quedado vacías.
Por último dimos un repaso a los alrededores de las colmenas para evaluar la humedad del suelo, los estados de floración de los romeros y resto de plantas del entorno. Habrá que volver dentro de 15 días a ver como les ha sentado el refuerzo nutricional que les hemos llevado y como evoluciona la flor, para ver si esta primavera cortamos algo de miel de romero y nos llevamos a desinfectar las colmenas que habían quedado vacías.
1 comentario:
te queda tremendo el traje de astronauta!
Publicar un comentario