Lo malo de este asunto y como siempre, los peor parados de este frenazo inmobiliario, han sido los trabajadores de la construcción, donde las empresas han tenido que empezar a aliviar gastos y donde otras su capital está enronado en el cemento, a la espera de vender lo que construyeron.
Se habla mucho de este problema de la desaceleración de la economía, del paro que genera, pero pocas soluciones se proponen.
Aplicando algo de sentido común, propongo a las Administraciones nacionales, autonómicas, comarcales y locales para que sean capaces de ponerse de acuerdo y desarrollar ya un plan de regeneración y mantenimiento de nuestros bosques. Asunto que requiere de una especial atención, si como se espera el año sigue siendo tan seco como hasta la fecha, los incendios pueden ser un triste final para nuestros montes.Las empresas y trabajadores de la construcción, con una
adecuada formación previa, podrían ir trabajando en estas labores que siempre nos lamentamos no haber hecho cuando ya han ocurrido los desastres. El rehabilitar y adecuar las muchas pistas forestales, limpiar y retirar árboles secos, restaurar viejas balsas de agua, rehabilitar caminos, desbrozar zonas en parajes más susceptibles…..Con todas las anteriores actuaciones estaríamos luchando contra dos frentes, el del desempleo de muchas personas que en este momento se han quedado sin trabajo y el del mantenimiento de nuestras masas forestales y la prevención de incendios.


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