lunes, 4 de mayo de 2009

Aragón, un paisaje a vista de pájaro





Es increíblemente espectacular ver como cambia el paisaje de Aragón, en unos pocos minutos y a lomos de un avión. Entramos cruzando los Pirineos con sus cumbres nevadas, cadena montañosa que evita que los vientos húmedos del Atlántico pasen nuestras fronteras, así que de hayedos frondosos y abetales, pasamos a zona de pinares, encinas y jaras, para poquito mas allá tropezarnos con una segunda barrera montañosa: “El Prepirineo”, servida de Sierras como Santo Domingo, Loarre, Javierre, Belarre y Guara entre otras, que terminan de secar el aire y dejar un paisaje de erizones, coscojas y romeros, repartidos entre bosquetes de pino carrasco, en su mayoría reforestados.


Fotografía de los Pirineos.



Se acaban los grandes relieves y sobre los pobres montes, se retuercen sobre sus vaguadas los serpenteantes campos de cereal, que dibujan formas sorprendentes y que mueren en la enorme ribera del Ebro, donde parece que ha sido el viento y no el agua quien ha socavado el paisaje. El eterno “Cierzo”, viento del Noroeste convertido en el fiel mensajero que hermana los mares Cantábrico y Mediterraneo.
Los áridos secanos se reconvierten en un precioso y próspero manto verde de huerta que acompañan a las orillas del río Ebro, que lo podría ser más si por “sentido común” se hubiera hecho la concentración de todo su regadío.

Foto de los recien labrados campos de secano.

La visión termina aterrizando en el amplio aeropuerto de Zaragoza, del que no hemos sido capaces de convertirlo en el nudo de comunicaciones que se merece. Situado sobre tierras resecas de yeso y arcilla, desciendo del avión para volver a proponerme el conocer con mayor detenimiento los rincones de esta vasta y hermosa tierra que es Aragón.

Fotografía de la ribera del Ebro


Aquí queda el viaje a mitad de camino, para el siguiente "post" hacerlo hasta Teruel, que también existe.

martes, 21 de abril de 2009

La ermita de San Benito de Monegrillo.





Celebrar una reunión de amigos, bajo cualquier excusa, es un buen principio para congregarnos alrededor de una comida campestre. Amigos de mis amigos y amigos de los amigos, todos bajo un cielo azul primaveral bordado de alguna nube y rodeados de miles de flores en un paraje que muchos desconocían.
El lugar elegido fue la ermita de San Benito, situada a unos tres kilómetros de Monegrillo (otro día os contaré la historia del lugar). Una estupenda construcción dotada de una buena cocina donde hacer un buen fuego y poder sacar de la madera el aliento dorado de la carne, la morcilla, los chorizos o cuanto se tercie.

Un día donde reunirse para contar anécdotas, estrechar distancias y hacer cariño del que nace del contacto y el deseo de todos de pasarlo bien.
Foto de Carmen al "laito" del fogaril.

Disfrutamos del día, de la primavera lujuriosa que en un paraje como el de Monegros, rompe los esquemas a cualquiera que desee encontrar un desierto. Flores de romero, tomillo, genistas, cerrajas, crucíferas a miles por los barbechos y sabinas desperdigadas por doquier.

De postre una buena tertulia y un obligado paseo (para bajar la comida). Luego risas, historias, charadas, fotos y el mundo por montera. Todo aderezado de encanto, simpatía y una gran calidez que inundaba nuestros sentidos.
Echamos de menos a Fernado, Pilar y Nano, quienes sólo pudieron aparecer a última hora (que no fue poco), puesto que se les complicó el día.


En fin, un estupendo día que nos ha dejado las ganas de repetirlo en cualquier momento.
Foto en la cocina: Javier, Elena, Miguel, Trini, Carmen y Elisa.

lunes, 30 de marzo de 2009

¡ Adivina que hay allí !

Como cada primavera vuelven las adivinanzas a rondar por mi cabeza a cuenta de las imágenes recogidas por los jardines.
1ª imágen: ¿Bicho o planta?



Foto de Pepenosela.



2ª imagen y mayores posibilidades de acertar : ¿De qué planta se trata?




Foto de Pepenosela


Os invito a participar contestando lo que os parezca, a veces hasta lo más insospechado puede dar con la clave.

Suerte a los que quieran participar.

domingo, 29 de marzo de 2009

Plantas de interior



Bajo la denominación común de plantas de interior, nos encontramos a un gran grupo de vegetales que por proceder de lugares climáticos distintos al nuestro, es preciso mantener en condiciones de temperatura, riego e iluminación especiales para obtener el esplendor que poseen en su lugar de origen.
Foto Tronco del Barsil (Dracaena fragans) y Aucuba japónica a sus pies.

La procedencia principal de las "plantas de interior" son las zonas tropicales y selvas, en donde las temperaturas tienen oscilaciones muy escasas, donde además la humedad relativa ambiental es muy alta y los suelos en consecuencia bastante ácidos. Situación totalmente contraria a la que climatológica y edafológicamente poseemos en nuestra zona, distinguida por oscilaciones térmicas importantes, con heladas en invierno y clima muy seco durante el verano, así como suelos muy alcalinos (pH 8 – 8,5), es decir con grandes concentraciones de sales, con gran contenido de calcio y sodio.


Para disfrutar de la belleza de las plantas tropicales, debemos imitar en lo posible las condiciones naturales de desarrollo. Para mantener un suelo ácido utilizaremos turbas rubias, mezcladas con arena para evitar encharcamientos. Como además estas plantas crecen junto con poderosos árboles que ensombrecen sus suelos, no debemos exponerlas directamente al sol, pero si que requieren una buena intensidad de luz y los riegos deben ser bastante frecuentes.

Este discurso para decir que las plantas de interior no existen. Todas son plantas que durante millones de años su hogar ha estado siempre bajo la capa del cielo.
Foto Costilla de Adán (Monstera deliciosa).

jueves, 5 de marzo de 2009

Mantis en el jardín.

Muchos son los animales que viven en nuestro jardín, unos para alimentarse de las plantas que cultivamos y otros para comerse a estos últimos y así hasta completarse una, mas o menos larga, cadena alimenticia en nuestro pequeño ecosistema.

Foto pepenosela: Mantis religiosa

Las Mantis son sin duda unos insectos que por su apariencia llaman especialmente la atención. Siempre con su traje de camuflaje adaptado al color de la planta o lugar donde habitan.
Su forma de caza es muy particular, ya que permanece casi inmóvil esperando que su comida pase cerca de ella, para luego atacar con extrema rapidez. Gracias a esto hay un tipo de arte marcial inspirada en ella y en su forma de atacar. Su dieta es variada y hacen buen acopio de moscas, mosquitos, escarabajos, algunas arañas, etc.
Foto pepenosela: Empusa pennata ¿La ves?.
Hasta la fecha sólo tenía identificada a la “Mantis religiosa”, pero el otro día podando un arbusto de hypericum me llevé una grata sorpresa al descubrir una “Empusa pennata” o Mantis palo. Espectacular su tamaño, su figura y sus movimientos. Su disfraz es de insecto palo y sus movimientos van sucediéndose como si el viento la agitara. Sensacional y magnífico descubrimiento que deseo compartir con vosotros.

Foto de detalle de Valdeorras
Espero que críe esta primavera y así podamos disfrutar de una buena colonia, pero con eso de que devoran al macho en la copulación el tema está difícil, por cierto que este asunto está un poco mitificado, pues en libertad lo raro es que las hembras se nutran de los machos.
Para terminar os dejo un video del bicho, al que yo llamaría "Mantis Faraónica".