Ha entrado el otoño y con el los días lluviosos y las mañanas frescas. Nuestras colonias de múltiples parásitos que han campado este árido verano sobre nuestras plantas, se está preparando para pasar el duro invierno.
Foto de Pepenosela: Cochinilla acanalada en rosal.
Foto de Pepenosela: Cochinilla acanalada en rosal.
En algunos casos en forma de huevos enterrados que eclosionarán en primavera, en otros en forma de larvas (gusanos) que se enterrarán o buscarán lugares bien protegidos y finalmente podrán ser los adultos los que bien protegidos entre la maleza o el suelo pasen lo mejor posible el duro invierno.
Foto Pepenosela: larva de escarabajo.
Ácaros, pulgones, cochinillas, gusanos de lepidópteros, coleópteros, dípteros (moscas y mosquitos) y otro montón de insectos se unan a los temidos hongos y bacterias que también acechan a nuestras plantas.
Para poder tener una primavera más tranquila, será necesario realizar algunas operaciones mas o menos sencillas para al menos mitigar los posibles ataques:
Foto de taladro en estado de pupa.
- Limpiar nuestro jardín de todas las malas hierbas posibles, principalmente la de zonas arrinconadas o pegadas a muros o ribazos.
- Ir eliminando las hojas de los árboles conforme vayan cayendo, estas se convierten en un lugar preferido para muchos ácaros e insectos.
- Intentar no acumular restos de siegas o hierbas en nuestro jardín. Hay que deshacerse de ellos.
- Realizar un tratamiento con cobre o azufre sobre el césped, para evitar posible invasión de hongos.
- Eliminar ramas secas o muertas de los árboles o arbustos. Si se almacena leña, cubrirla con un plástico que tape bien el montón.
- Por último, recavar el suelo próximo a los árboles y arbustos, abonarlos y regarlos suficientemente.
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