martes, 23 de septiembre de 2008

LA SOMBRA DEL OTOÑO

Yo quería escribir sobre el otoño, sobre las hojas de los árboles y arbustos de hoja caduca, que dejarán de hacernos sombra cada vez que salga el Sol. Quería pensar en los preciosos tonos de colores que adquiere la naturaleza en estos meses, donde los bosques destapan un mar de calidez. Deseaba contar como podemos ir a recoger los frutos de los muchos árboles que nos regalan a sus hijos (nogales, castaños, avellanos, endrinos….). Anhelaba ver crecer las setas entre el musgo y la pinaza.
Quería……..y no puedo. Sólo me invade un tremendo desasosiego, una gran pena, una rabiosa ira que me hace querer estar más cerca de aquellas personas que han sido víctimas de un terrorismo brutal y vergonzante.

Sobre el dolor, la destrucción y la pena, queda siempre la esperanza, que es lo único a lo que aferrarse para poder superar semejante sentimiento de vacío que dejan aquellas personas arrancadas de sus seres queridos, a golpe de metralla. La solidaridad y la denuncia es el arma que nos queda al resto para esperar el día en que al terror ya no le queden hojas para hacer sombra a nadie, que no le queden yemas sobre las que rebrotar, que sus raíces se descompongan (y si es entre cuatro paredes mejor), que su tronco deje de portar savia de inocentes víctimas y caiga seco, demolido por el rayo de una sociedad firme y madura.

2 comentarios:

Javifields dijo...

suscribo, amigo

Javifields dijo...

una boda africana!? pues sí, hemos de quedar para narrar aventuras :-)