Cuando parece que el cambio climático y el calentamiento global de la Tierra, son hechos constatados científicamente y donde Asociaciones como Greenpeace, nos recuerdan casi a diario el deterioro ambiental y las posibles consecuencias de estos fenómenos y cuando además nos animan a poner soluciones como las que proponen en el recién publicado “Atlas Medioambiental” del diario francés “Le Monde Diplomatique”.
Y ahora que casi todos los ciudadanos tenemos claro que estamos ante un problema muy serio y que el cambio climático está fuertemente condicionado por la actuación del hombre (contaminación, emisión de CO2, deforestación….). Va y aparecen científicos de la cuerda del primo de Rajoy, para venir a decir que el calentamiento por el efecto invernadero de la Tierra, no es tal, puesto que si es cierto que el Polo Norte está perdiendo su masa glacial, en el Polo Sur disminuyen las temperaturas pese al aumento de CO2 (ver suplemento del lunes 28 de abril del Heraldo de Aragón).
Otras hipótesis que compiten con el efecto invernadero son el acoplamiento de las oscilaciones decadales de temperatura del Atlántico Norte y del Pacífico y el efecto de la actividad magnética solar sobre los mecanismos de formación de nubes. Esta última hipótesis habla de un aumento de actividad magnética del Sol durante los últimos 200 años y que para el 2.015 se espera un desplome y la llegada de un frío continuado (como una pequeña edad de hielo), es decir, variaciones climáticas naturales.
Está muy bien que exista una discusión científica seria, pero entonces ¿con que hay que quedarse?
Dejo una pregunta para quien quiera mojarse: ¿Estamos ante un cambio climático o ante un ciclo natural de la Tierra?
Y ahora que casi todos los ciudadanos tenemos claro que estamos ante un problema muy serio y que el cambio climático está fuertemente condicionado por la actuación del hombre (contaminación, emisión de CO2, deforestación….). Va y aparecen científicos de la cuerda del primo de Rajoy, para venir a decir que el calentamiento por el efecto invernadero de la Tierra, no es tal, puesto que si es cierto que el Polo Norte está perdiendo su masa glacial, en el Polo Sur disminuyen las temperaturas pese al aumento de CO2 (ver suplemento del lunes 28 de abril del Heraldo de Aragón).
Otras hipótesis que compiten con el efecto invernadero son el acoplamiento de las oscilaciones decadales de temperatura del Atlántico Norte y del Pacífico y el efecto de la actividad magnética solar sobre los mecanismos de formación de nubes. Esta última hipótesis habla de un aumento de actividad magnética del Sol durante los últimos 200 años y que para el 2.015 se espera un desplome y la llegada de un frío continuado (como una pequeña edad de hielo), es decir, variaciones climáticas naturales.
Está muy bien que exista una discusión científica seria, pero entonces ¿con que hay que quedarse?
Dejo una pregunta para quien quiera mojarse: ¿Estamos ante un cambio climático o ante un ciclo natural de la Tierra?