La avaricia ha roto el saco

Este es el asunto que trataba con Javifields el otro día y al que hace referencia en su blog:

"Después de muchos años en que bancos y cajas de ahorro venían teniendo unos beneficios de un 20% respecto al año anterior y así repetidamente, haciéndose responsables subsidiarias de un “boom” inmobiliario que parecía no tener límites y que ha dejado los pisos por las nubes. Prestando dinero a diestro y siniestro a empresas constructoras para seguir comprando y especulando con el suelo, financiando aventuras de alto riesgo para ir recolocando sus ganancias. ¿Cuánto dinero han ganado éstas entidades y en consecuencia sus Consejeros, Presidentes y Asesores? ¡Me gustaría saberlo!.
A estos mismos que se hincharon los bolsillos en un afán loco de codicia y avaricia, les salen al paso los gobiernos de turno con ayudas millonarias, hasta los Bancos Centrales echan una mano a los suyos y todo sobre un montón de billetes sudados por no otros que los ciudadanos hipotecados hasta las cejas y las pequeñas y medianas empresas, intentando no tener que cerrar la puerta y ajustando su plantilla al mínimo y despidiendo al resto, porque entre otras cosas ya no les siguen dejando dinero ¡Ahora las cajas y bancos ya no se fían ni de su sombra!.
Y a río revuelto ganancia de pescadores, donde siempre pescan los mismos: Nuestro ministro de economía diciéndonos que a los ciudadanos esto no nos va a costar un duro, si son sólo 30.000 millones de euros (ampliables hasta 50.000) para garantizar los depósitos a 100.000 euros por entidad y titular (¿cuanta gente tiene 100.000 euros ahorrados?) y el Tesoro ampliando la liquidez de las entidades de crédito para facilitar los créditos ¿a quién?. No se dan cuenta que el Euribor además de marcar el precio de nuestras hipotecas, está marcando la desconfianza mutua entre las entidades financieras para prestarse el dinero.
Todos piden confianza para resolver la crisis actual y los ahora agraciados, son los que no quieren prestar el dinero a los ciudadanos, porque no se fían de sus iniciativas ni de sus empresas.
Para resolver la crisis es necesario que el sector financiero se vuelva más honrado, que lo demás vendrá solo ¡Ah! y sobre todo, por una cuestión de dignidad, que a los ciudadanos no nos sigan tratando como a idiotas."