viernes, 9 de noviembre de 2007

¡Tengo sed!

Cuanto tiempo sin llover. El agua se está haciendo esperar demasiado, en una tierra donde llueve poco mas de 350 litros al año y encima cuando lo suele hacer, en otoño y primavera, va y se nos corta el grifo.

Cereales de secano sembrados bajo el polvo, embalses casi vacios y además el otro día viene Greenpeace mostrándonos unos fotos espectaculares de como será el futuro no tan lejano de lo que la mayoría de la gente piensa.




Fotos Greenpeace, del cauce del Ebro de aquí a cuatro días como esto siga así.




Veremos si los políticos se toman en serio el asunto y la reducción de gases a la atmósfera se frena y se ordenan los recursos. ¿Porque no han llegado las reformas en los regadios para frenar el derroche de agua (el sistema de riego a manta o a pie, tiene una eficiencia del 50 al 60%, es decir de cada 100 litros para el riego, se pierden entre 40 y 50 litros)?. Bueno no es mi deseo hablar de la política del agua, quizás para otro momento. Pero es lamentable ver como en todo el mes de octubre sólo ha llovido la mitad de lo que históricamente llueve en Aragón y la todo lo que llevamos del mes de noviembre, sin ver una gota de agua. ¿hasta cuando ése agua tan esperada?

De momento este otoño, como apicultor, se nos ha vuelto a jorobar la florada de romero (al igual que en primavera), hemos tenido que dar una buena dosis de alimento adicional a las abejas para que no se nos mueran de hambre este otoño, y como jardinero me duele el alma cada vez que es necesario regar los céspedes (el año pasado a estas fechas no hacía falta regar). A ver cuando nos metemos en la cabeza que nuestros jardines deben reconvertirse a lugares donde sólo crece aquello que está adaptado a nuestro clima o sólo aquello que goza de un sistema de riego eficiente como es el riego por goteo y desarrollar "xerojardines" , no estoy diciendo que tengamos que convertir los jardines en zarzales y asfalto, no es necesario, pero si integrar técnicas adecuadas para optimizar el riego y el adecuado desarrollo de las plantas:

- Un diseño adecuado. Estudio de las necesidades y de los usuarios de los espacios ajardinados.

- Utilización de sistemas eficaces de riego: Sistemas automatizados de riego, que rieguen cuando las condiciones de viento lo permitan , que sea en el momento cuando la planta más lo necesite (al amanecer), y que sólo se riegue aquello donde realmente necesita agua (utilización de higrometros) y todo ello unido a un programa informático que recoja todas las variables necesarias.

- Uso de cubiertas de suelo para evitar la evaporación de agua del suelo (aclochado o mulching).

- Utilización de especies adaptadas a nuestro clima y procedentes de nuestro entorno (tenemos una bonita flora para escoger).

- Reducción de las zonas de riego a lo mínimo necesario o su sombreo con arbolado y zonificación por sectores en función de las necesidades hídricas de los grupos de plantas que conformen nuestro jardín. (zonas sin riego o con riegos de apoyo específicos en verano, zonas de baja exigencia y zonas de máximo riego).

Con sólo estas indicaciones seguro que Zaragoza, que ya es la ciudad con menor consumo de agua por habitante y año, se iría convirtiendo en un ejemplo práctico de como realmente ahorrar agua a casi todos los niveles, nos quedaría repasar el uso del agua en las industrias y empresas de servicios y en la agricultura.

En nuestra mano está el concienciar a los que nos rodean y demostrar con hechos cual debe ser la nueva cultura medioambiental.

Seguiré dando caña con este asunto. Gracias a los lectores.

1 comentario:

Betawriter dijo...

Sabias palabras, Pepe. Una pena que esas fotografías se publicaran en portada de los periódicos gratuitos más sensacionalistas del país, porque eso no ayuda a su credibilidad. Menos mal que has aclarado que eran de Greenpeace, casi todos creíamos que eran la inocentada de algún redactor.

Fuera de bromas, qué cierto es lo que dices. La última vez que llovió (ya ni recuerdo cuándo) los agricultores se quejaban de que no llovía desde San Juan... y aparte de esas dos lluvias, poco más en casi medio año.

Para colmo no sólo es el agua, sino este nuevo verano que se ha reinstalado tras el breve frío que hizo en octubre, que unido a la falta de lluvias dejó un otoño sin apenas setas ni hongos. Algo muy raro.

Una prueba más de estos cambios extraños es que después de la temporada y de caérseles las hojas en otoño, un melocotonero enano que tengo, no sólo ha vuelto a rebrotar y reflorecer sino que hasta le ha dado tiempo a volver a crecer el fruto ¿?.

Esperemos que este año sólo sea una excepción "puramente habitual" totalmente ajena a nuestra culpa. Siempre podemos preguntarle al primo de Rajoy :)