domingo, 18 de noviembre de 2007

Aceituneros del mundo


Estamos en plena época de recogida de la oliva. Son muchas las personas que mantienen olivares propios, de sus padres o abuelos y como si de una ceremonia se tratara, acuden todos los años a ella, en busca del preciado fruto que se convertira en oro líquido.

En estos días de tiempo anticiclónico, ha hecho que estén cayendo unas heladas tremendas y los daños no son pocos. En el caso concreto del olivo, las aceitunas (que también se hielan), dificultarán de manera notable su posterior molturación y tambien se verá afectada la calidad del aceite obtenido.

Pues si la sequía ya había hecho estragos en la cosecha, lo que nos ha faltado para rematarla, ha sido el frío. Es cierto el dicho de que nunca llueve a gusto de todos, pues tambien es necesario el frío para mantener los ciclos naturales de la flora y fauna de nuestro entorno, y en el caso de la agricultura y los bosques, ese frío que liquide al numeroso ejército de insectos parásitos que se encuentran amagados o en el monte o entre las hierbas de los ribazos.

El viernes pasado, dia 15 de noviembre, veía una tropa de pulgones sobre los tallos florales de una adelfa y me asusté pensando en como podría venir la primavera, pegando fuerte en cuanto a plagas.

Bueno, quisiera con todo cuanto escribo, rendir un sincero homenaje a todos aquellos que por estas fechas se lanzan al campo a recoger el fruto esperado durante todo el año, luchando contra las inclemencias climáticas, los cuñados, la mujer.... y pensando que el año que viene realmente será un año de excelente de cosecha.

Ahí quedará después el magnífico zumo dorado con el que podremos aderezar ensaladas, preparar sofritos.... y en definitiva poder tener a mano uno de los grandes manjares de la llamada "dieta mediterranea"

- SALUD -

2 comentarios:

Anónimo dijo...

A mi me sucede lo mismo, como todos los años reservamos el puente de la Inmaculada para ir a recoger olivas. Lo cierto es que antes casi esperaba estos días para cambiar de actividad y respirar aire puro. Ahora mis circustancias han cambiado y preferiría pasar tranquilamente el puente en la montaña con mis amigos y mi familia, que no estar pringado con las olivas.

Gracias por la dedicatoria que haces a los aceituneros jobistas, que para evitar que se eslomen sus padres, se ven moralmente obligados a seguir con una actividad tan ingrata.

Javifields dijo...

cualquier día pongo en el blog la foto esa que nos hicimos con un OSO en el ibón de Plan... :-D