lunes, 3 de diciembre de 2012

¡Fui a por un jardín y me encontré con dos corazones rotos!


Estoy buscando una casa en un pueblo de la montaña y la he encontrado, pequeñita pero acogedora, pero…le falta un jardín.
                         
La casa tiene una parcela de terreno al lado, propiedad de un señor al que estaba buscando y al final, después de mucho indagar, conseguí localizar en Italia.

Deseo tener un lugar donde poder estar tranquilo, tener cuatro tomates y un arbolillo donde estar a la sombra en verano, escapar de vez en cuando con mi familia de una ciudad que cada vez se me hace más grande y en el fondo será que yo soy de pueblo.

Internet me ayudó mucho en la búsqueda de este propietario y la buena disposición de las personas con las que hablé todavía más. Lo que no esperaba era encontrarme con unas personas (padre e hija) que en poco tiempo han perdido a dos seres queridos y donde su tristeza se deslizaba hasta el auricular de mi teléfono.

Estas cosas te dejan mudo por unos instantes cuando te están contando que lo que menos tienen en la cabeza, evidentemente, es pensar en las fincas del pueblo y es cuando uno se queda pequeñito, pequeñito. Yo soñando y ellos aún llorando.

Desconozco en que quedará todo esto y si al finalmente conseguiré el jardín, pero a la postre esto será lo de menos. Lo único que puedo hacer por ellos es dedicarles estas letras.


2 comentarios:

Marta dijo...

Precioso ;)

Anónimo dijo...

Gracias a ti Marta por haber dejado plasmados tus sentimientos.¡Eso anima!