Son muchas las plantas que ofrecen remedios paliativos y curativos, desde hace muchos miles de años el hombre viene utilizando distintas partes de la planta para tratar determinadas patologías. Los primeros escritos se remontan al tiempo de los sumerios o los egipcios, con Imotep. La mayor parte de los actuales medicamentos se basan en formulaciones extraídas de sustancias producidas por las plantas, sólo hay que pensar en la famosa aspirina (ácido acetil-salicílico), producto de síntesis derivado de la corteza del sauce.
Foto pepenosela de lavanda y romero.
En nuestro jardín podemos tener una buena colección de plantas medicinales, desde las aromáticas más comunes como la melisa, la menta, el romero, el tomillo, la lavanda (principalmente valiosas para afecciones broncorespiratorias, otras como digestivas o antiespasmódicas) o salvias de cuyas virtudes en la Escuela de Salerno se llegó a decir:”Cur moriatur homo cui salvia crescit in horto? (¿cómo va a morir un hombre que tiene salvia en su huerto?), hasta pasar a plantas medicinales de alto poder tóxico o venenoso de algunas partes de la planta o de su integridad como la Adelfa, la Datura stramonium, Amarillis, Melias, Espuelas de caballero, Don diego de Noche, el Durillo, Boneteros, Acebos, Hiedras, Digitaria…..
Foto de fruto de euonimo o bonetero.
No es recomendable utilizar plantas de las cuales desconocemos sus efectos, hay demasiada palabrería y escaso control de las hierbas que podemos encontrar en mercadillos o recoger por nuestros propios medios, sin siquiera saber si la planta que recolectamos es la especie que deseamos y si sus virtudes son las que en cualquier lado pueden encontrarse.
Todo esto para decir que hay que ser muy cautos en el uso de éstas plantas y que muchos se han llevado algún que otro disgusto por ignorancia o exceso de credulidad en la búsqueda de hierbas milagreras. En mi caso, me encanta el té con los brotes de menta del jardín, que además de ser un buen digestivo le da un sabor único, o utilizar los gargarismos de cocción de tomillo para llagas en la boca o ligeros catarros, o el agua de romero para evitar la caída de pelo en las mujeres. (porque el mío ya tiene poco remedio), pero si reforzarlo con hojas y flores crudas de capuchina mezcladas en la ensalada.
Foto de flores de ricino. Sus frutos son extremadamente tóxicos.
2 comentarios:
eso eso, aromáticas en el jardín!
te llamo este fin de semana para hablar de ello... :-)
Bien,, bien, me parece magnífico que te vayas concienciando. Nos vemos.
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