El otro día me preguntaba un visitante del blog, como podía hacer para recuperar algunas especies de frutales de su zona, de los cuales se van perdiendo por la entrada de variedades comerciales y principalmente porque en la actualidad ya no hay gente en la zona que se dedique a su mantenimiento y menos a su propagación.
Foto: Pepenosela
En la actualidad. quien desea poner frutales, sólo tiene que acudir a un vivero, donde allí encontrará un gran número de especies de frutales con multitud de variedades. El asunto es que en los vivieros únicamente le van a servir especies de alta producción y que son las que reclaman los grandes compradores - los fruticultores -. La lástima es no poder encontrar las especies de frutales que cuando éramos crios nos daban a comer nuestras madres.
Existe actualmente un empeño por parte de bastante gente, aficionada a la jardinería o a la fruticultura, que sí busca estas especies en peligro de extinción. En la montaña siempre han existido cerezos, manzanos, perales..., que aun no siendo muy productivos, se han sabido aclimatar a condiciones muy adversas. Son en general especies muy rústicas.
La forma de recuperarlos es buscando en los antiguos huertos o caminos de nuestros pueblos estos ejemplares a propagar. Es necesario ver si tienen rebrotes, esto facilitará su propagación (en este caso descalazamos la base del frutal, intentando no dañar en demasia sus raíces y sacando el rebrote para trasplantarlo al lugar que deseemos).
En el caso de que tengamos el árbol vivo, durante los meses de mayo a agosto, podremos cortar las ramas del año y realizar su multiplicación por estaquilla, es decir, cortamos un trozo de rama y esta la hacemos enraizar en un sustrato (suelo) adecuado. En general funciona bastante bien el tomar la punta de un brote de buen calibre, de una longitud de unos 20 centímetros, donde deshojaremos 2/3 de su longitud, que será esta la parte que irá metida en tierra posteriormente y dejando la punta del ramo al exterior. En necesario que ésta no se seque y para ello habrá que pulverizarla bastante a menudo con agua, hasta que veamos que las yemas laterales empiezan a brotar.
Esto contado tal y como lo escribo, resulta bastante fácil, pero la relidad es que no siempre conseguimos que las estaquillas lleguen a prender, pero esto no debe desanimarnos, pues posiblemente no lo hayamos realizado en el momento adecuado o no hayamos tenido en cuenta algún detalle importante.
Si hay alguien interesado en este asunto, que no dude en hacer su comentario, que yo estoy dispuesto a asesorarle en todo cuanto pueda.
Me parece estupendo que haya gente interesada en recuperar especies semi-perdidas, eso si, hay que tener paciencia y ser constantes en el asunto. El día que consigues propagar un arbolillo, te conviertes en el ser más feliz del mundo.
2 comentarios:
Espero poder conseguir algo con la ayuda de mi padre,(75 años son mucha experiencia),ya os contare. De momento es solo una ilusion.
Si señor, que de ilusiones se vive, y maxime si se tiene un apoyo como el tuyo Animo!
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