sábado, 20 de octubre de 2007

El cuento

Este es el cuento ganador:

UN ERROR DE IMPRENTA
Había una vez un pueblo llamado Karna, donde vivían unos niños muy alegres. Aquel año el invierno se estaba haciendo más largo de lo normal y los niños empezaron a preocuparse porque no llegaba la primavera, que era su estación favorita.
En aquel invierno nevaba, llovía, granizaba y hacía mucho frío.
Los niños no sabían por que tardaba tanto en llegar el buen tiempo y decían:
- Con tanta nieve, lluvia, granizo y frío se van a congelar todas las flores y arbustos y cuando llegue la primavera (si es que llega) no se llenarán los campos de bonitas flores ni los arbustos darán moras, ni grosellas.
Tantas ganas tenían de que llegara la primavera para desprenderse de esas bufandas, pesados abrigos, gorros y guantes, que se les ocurrió organizar una fiesta de disfraces para poder ponerse una ropa mas divertida y alegre y no llevar esa ropa de invierno tan aburrida.
Quisieron hacer una fiesta especial y por eso decidieron ir a casa de Pedro, porque su abuela tenía en el desván la más maravillosa colección de disfraces que uno pudiera imaginarse, ya que ella había sido una actriz de teatro muy famosa.
Quedaron un sábado que no tenían colegio para celebrar la fiesta. Unos trajeron bebidas, otros bizcochos, otros discos de música para bailar, etc.
Sobre todo querían que fuera una fiesta muy divertida. Aquel sábado a las diez de la mañana todos los niños se encontraban en el desván de la abuela de Pedro. Empezaron a buscar entre los muchos baúles y armarios que allí había. Unos cogían vestidos, otros trajes de bailarina, pelucas, etc., y con todo ello se organizaron sus disfraces, ¡era muy divertido!
Como aquel día, por casualidad, asomó el sol la cabeza entre las nubes, decidieron salir a la calle y la gente los miraba extrañada, pero como veían que los niños se lo estaban pasando tan bien, decidieron unirse a la fiesta, cada vez se unía más y más gente. Al final se unieron todos los del pueblo, hasta el alcalde. Pero pasaba una cosa, había gente que no tenía disfraz, pero el alcalde sin pensarlo dos veces, el domingo muy temprano se fue con la abuela de Pedro a la ciudad de Val y compraron telas, sombreros y un montón de cosas mas.
Cuando volvieron al pueblo, todos los vecinos se reunieron en la plaza Mayor, porque el alcalde los había llamado para que eligieran la ropa que quisieran ponerse y después, mas tarde, cuando todos se habían disfrazado, empezó la fiesta, todo el mundo se lo estaba pasando de cine.
Pero la buela de Pedro estaba un poco inquieta y su nieto le preguntó qué le pasaba y ella contestó:
- Es que le falta algo a esta fiesta.
Y Pedro extrañado preguntó:
- ¿Que es lo que le falta?
- A esta fiesta le falta un nombre.
Pedro dijo:
- ¿Qué nombre le ponemos?
Su abuela estuvo unos minutos pensando y de repente la cara se iluminó más que el sol que en el cielo brillaba.
Ya tengo el nombre para esta fiesta. Como nuestro pueblo se llama Karna y gracias a las telas y disfraces de Val ha sido posible tener disfraces para todos, la fiesta se llamará: "KARNAVAL".
Pedro se puso muy contento y salió corriendo y gritando entre la gente:
- ¡Es Karnaval!, ¡es Karnaval! Y todo el pueblo contagiado por la alegría de Pedro gritaba: "¡Es Karnaval!, ¡es karnaval!"
Al acabar la fiesta la nieve se derritió, el sol brilló con toda su fuerza y las flores y las flores empezaron a crecer y todos los del pueblo se quedaron a ver los colores de la primavera.
Desde entonces todos los años en el pueblo de Karna celebraron aquella fiesta tan divertida.
La famosa fiesta fue conocida y celebrada también hasta celebrarse en todo el mundo.
La fiesta ahora se conoce como "Carnaval" porque el primer cartel que hicieron, el señor de la imprenta se equivocó y en lugar de poner una K puso una C.
M. A. B.

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