jueves, 23 de agosto de 2012

Una cruel sequía. “Santos y Vírgenes” listos para actuar.

Si no teníamos suficiente con la sequía económica a la que nos han abocado nuestros políticos, la falta de lluvia en España está dejando el campo arruinado, la ganadería extensiva al borde de la quiebra y las reservas de agua en límites insospechados. Sorprende que las autoridades no hayan establecido hace días, que sólo se utilice el agua para el consumo de boca y algún riego de apoyo a plantaciones arboladas de campos y jardines, controlando además los miles de pozos ilegales que siguen agotando los acuíferos y  vigilando también que no se derroche agua.  ¡Ya nos vale!

 Las abejas no tienen que comer en los secanos, hay que llevarles agua constantemente y azúcares para que no se mueran de hambre (este año no va a haber casi nada de miel). A las plantas del monte justo les va para no secarse, como para tener que echar flores y ofrecer su néctar y su polen a las abejas. Las plantas saben mucho de estos ciclos de sequía y en los secanos de España,  especialmente de Aragón y Andalucía, conocemos demasiado bien estas situaciones extremas que la naturaleza nos ofrece.
Colmenas abrasadas en un incendio

Los incendios han arrasado una superficie muy elevada de hectáreas de monte (mas de 140.000 ha.), bosques, campos y viviendas, donde han muerto varias personas en estos incendios (un precio demasiado alto) y se han visto afectadas zonas de un alto valor ecológico. Si hace no menos de un año publicaba una entrada con el título de “Crece la superficie forestal en España”, ahora habrá que resurgir de nuevo de las cenizas y continuar luchando denodadamente para que esto vuelva a ser posible y esto además de educación y leyes necesita de una buena inyección económica para hacer políticas adecuadas de prevención de incendios.

Foto de El Pais. Bosque quemado en La Gomera.
  Las plantas autóctonas con que repoblamos este año, se han secado en su mayoría, a pesar de un pequeño riego de garrafa que dimos en junio. Volveremos a poner más este invierno.

Solamente espero que no tarde demasiado en llover y terminar este verano con algo mas de alegría.

¡Ojala que llueva....!

Los Santos y Vírgenes del lugar están desbordados en la atención de las cuestiones económicas y personales de los creyentes y los párrocos están esperando a que mejore la climatología para hacer que se ocupen en septiembre de las lluvias. ¡Me da a mi que se está perdiendo el fervor de antaño!

sábado, 4 de agosto de 2012

El zapato que quiso ser libre.


Mis viejos zapatos, arrinconados en el fondo del armario, se cansaron de esperar, así que un buen día uno de ellos decidió escaparse, Quería hacer realidad el sueño de cualquier zapato, ya no tener que seguir pisando la ingrata tierra que devoraba sus suelas, olvidarse de los tirones de cordones y las lazadas apretadas, dejar de deformarse por pies hinchados y malolientes. Ando hacia el mar y disfrutando de la suavidad de la arena espero a la última marea, una ola le hizo flotar y poco a poco se fue mar adentro.

Que maravillosa sensación, al fin libre, flotando sobre sus gruesas suelas de goma. Su curiosidad por conocer cuanto la mar escondía en sus fondos se cumplió al  segundo día de temporal, donde las fuertes olas llenaron y rellenaron  el zapato. Con su piel empapada de agua y su interior repleto de mar se fue hundiendo hasta un fondo rocoso. Le fue desapareciendo ese miedo a lo desconocido y volvió a sentirse aun más feliz.

Avistó una enorme cantidad y variedad de peces, crustáceos y un montón de animales con formas inverosímiles, como sus amigos los lenguados que vivían junto a el, sobre la arena, perfectamente camuflados. Muchas noches el zapato soñó con que en realidad era un pez.

Los percebes hicieron de el su morada y así pasaron los meses.
Un buen día otro temporal lo devolvió a la playa, así el zapato me encontró otra vez y pudo contarme sus aventuras.
 Ahora el zapato sigue con sus amigos los percebes junto a unas rocas de la otra esquina de la playa.