Tenemos pocas veces la oportunidad de observar tritones, anfibios difíciles de ver y este es uno de los principales motivos de este artículo. También es raro haberlo encontrado hibernando en una piscina y no escondido debajo de piedras, maleza u otros elementos. En este caso contemplamos al tritón palmeado (Lissotriton helveticus).
Pasando la hibernada |
De la biografía consultada son pocas las menciones que se hacen al tritón palmeado en Aragón. Algunos si citan la banda prepirenaica y del Pirineo, la barrera del valle del Ebro y zonas de la ibérica como el Moncayo. Es cierto que su presencia no es tan notable como en la zona del País vasco, Asturias, Gerona o Navarra, pero haberlos “haylos” y en este caso en Abena (Huesca)
Sobre un tronco de la piscina |
Esta presencia también nos habla de entornos poco contaminados, señalados como indicadores biológicos de la calidad del agua.
El tritón helveticus o palmeado es una especie que no suele superar los 8 cm de largo. La hembra es mas grande
que el macho. El abultamiento oscuro junto a la cola (la cloaca), es más pronunciado nos delata que se trata de un
macho, junto con el detalle del final de la cola, que termina en una punta de 4 a 7 mm.
Antifaz desde las fosas nasales del tritón palmeado |
Tienen una coloración pardo-olivácea, con algunas manchas
oscuras en ejemplares adultos, en los machos se aprecian dos líneas
longitudinales más claras, las hembras se pueden confundir con el tritón ibérico.
La zona ventral es de color claro anaranjado y casi sin manchas a diferencia del
ibérico que es de color rojizo y con manchas negras bien definidas.
En la cabeza se distingue un antifaz: dos rayas
negras que salen de los orificios nasales y cruzan por en medio de los ojos. La
cola es bastante aplanada.
Detalle de las patas traseras palmeadas |