Hasta hace unos años me dedicaba a ayudar en el manejo de las colmenas a mi amigo Nacho, leer libros de apicultura, acudir a algunas charlas, viajes… pero esta primavera me encontré con ganas de manejar mis propias colmenas.
Colmenar en Abena (Huesca) |
Empecé por buscar un paraje adecuado y conté con el apoyo de un estupendo vecino, que me prestó una zona de monte de su propiedad para poner las colmenas.
A finales de abril las diez colmenas con las que he empezado, ya estaban colocadas en su sitio. Eran reinas de primer año.
Detalle de las celdillas con pollo de una semana |
He aprendido mucho de los errores cometidos, pues el manejo de las abejas y sus colmenas no es sencillo. He ido controlando periódicamente su evolución y en el camino se me ha ido una colmena de las manos. No está mal para ser el primer año.
El cuadro perfecto, miel y polen por fuera y celdas operculas con futuras abejas en marcha |
El mes de septiembre, más seco de lo normal, no ayudó demasiado para que avanzaran lo deprisa que hubiera deseado, miraba las colmenas y desconcertado veía que las abejas seguían trayendo néctar y pólen. El desconcierto venía de no saber de donde procedía, pues la floración era muy escasa. ¡Estos bichos son muy listos!.
Una de los múltiples enemigos de las las abejas, sus primas las avispas |