Creo que nunca había vista bajar tanta agua y de forma tan continua por el río Ebro. No cabe duda de que el invierno ha sido benevolente y las lluvias y nieves dejadas en las montañas se convierten en un seguro para la primavera. Los pantanos han quedado bastante llenos y la reserva en España está casi el 75% de su capacidad, esto es una buena noticia.
El río Ebro con su caudal normal |
El Ebro se convierte en una especial vía fluvial que transporta el agua dulce de las precipitaciones que se producen por las borrascas que entran en tierra del Atlántico al Mediterráneo. Los grandes ríos que desembocan en el “Mare Nostrum” son sin duda los ejes de regeneración del agua dulce de un mar tan singular y de su vida acuática.
El Ebro en uno de sus momentos álgidos |
Un poco de historia:
Hasta la aparición de un trabajo realizado por investigadores españoles y publicado en la revista ‘Nature’, la Ciencia desconocía que el evento de llenado del mar Mediterráneo hace 5,3 millones de años produjera la mayor inundación de la que se tiene conocimiento en la historia de la Tierra.
Cuenca hidrográfica del río Ebro |
Hace casi seis millones de años, el Mediterráneo era un inmenso desierto salpicado por lagos salinos cuyo nivel de agua está entre 1.500 y 2.700 metros por debajo de la superficie del actual mar. Un fenómeno geológico aún desconocido, abre una pequeña vía de agua en el actual estrecho de Gibraltar, que era una barrera natural que impedía el paso de agua y el océano Atlántico comienza a penetrar en la cuenca del actual mar Mediterráneo.
El "Mediterraneo" de entonces |
La erosión hace el resto del trabajo y en poco tiempo, el paso de agua tiene tal tamaño que consigue que el 90% del agua que tiene en la actualidad el Mar Mediterráneo entrara por el estrecho en menos de dos años. Lo que supone un caudal de agua unas 1.000 veces superior al del río Amazonas. Debió ser sin duda un enorme espectáculo natural.
Este año se pueden preveer menos plagas de mosca negra y mosquitos que crían en las algas del Ebro |