El jefe del clan preguntó a su hijo que tal le habían ido las notas ese trimestre, el adolescente le pasó a su padre la tablilla de madera en la que los diferentes maestros del clan confeccionaban sus notas, colocando un determinado número de muescas.
El padre tomó la tablilla y empezó a ver que la mayoría de las asignaturas estaban suspendidas, mosqueado, comentó con su hijo:
Bueno que te hayan suspendido en el manejo de la lanza, se puede entender porque aún no tienes la fuerza necesaria para manejarla.
Que te hayan suspendido en tiro con onda, no tiene demasiada importancia, al fin y al cabo es una destreza de mujeres.
Que te hayan suspendido en religión bueno, no estas llamado ser un chaman, tú serás el jefe del clan cuando los espíritus me llamen.
Pero que te hayan suspendido en historia, cuando casi ni la hemos empezado, eso si que es una vergüenza para un futuro jefe.
Esta podría ser en forma divertida el inicio de la historia, pero la fantástica novela de “El Clan del Oso Cavernario”, empieza con un terremoto.
La escritora Jean M. Auel, concibió con sus novelas una estupenda recreación de cómo pudo ser la evolución del hombre a través de sus primeros momentos. Hace poco volví a leer a su primer libro (saga de 6 novelas) y me volvió a sorprender el enorme conocimiento que la autora posee de las plantas. Aparecen casi un centenar de ellas, pues fui tomando nota de las plantas que aparecían (muchas de ellas no las reconocía o me había olvidado, fue un buen ejercicio de memoria): Lúpulo, trébol, brotes de alfalfa, corteza de abedul, sauce, aliso, raíces de lirio, equisetum, datura, mijo, arce, muérdago, té de roca, ranúnculo, helecho, cornezuelo del centeno, diente de león….y un montón de plantas mas.
Me sorprendieron además las aplicaciones curativas que se daban y realmente pienso que sería de aquella manera en que las curanderas, mediante transmisión oral o mediante el recuerdo de la estirpe de humanos que se extinguieron basando sus conocimientos no en el aprendizaje sino en la capacidad de poder recordar experiencias vividas por sus antepasados, iniciaban la base de la medicina.
Bonita hipótesis entre la diferencia entre los hombres de Cromagnon y los Neandertales. Os recomiendo leer o volver a releer estas fantásticas historias prehistóricas. Es mi pequeño homenaje a esta autora.
La crítica ha llegado a calificar como “un pequeño milagro” su trabajo para describir detalladamente una sociedad de la Edad de Hielo, incluyendo temas tales como la interacción con el medio ambiente, las relaciones humanas, los ritos religiosos y el comercio. Un mensaje común a todos sus libros es no dar las cosas por sentado, como por ejemplo los abundantes pero limitados recursos de la Tierra. Sobre todo, refuerza el hecho de que la gente que vivió hace 20.000 años era tan inteligente y creativa, y tan humana como cualquier persona actual.
Los hombres anteriores a nosotros dependían tanto de su medio y del conocimiento del mismo, que el cuidado de sus ecosistemas era el fundamento de su futuro y de su especie, en este aspecto reconozco a estos humanos como mas inteligentes que nosotros. Nuestro plantea Tierra se tambalea y sus recursos menguan y seguimos apoyando una economía basada en el constante consumo de recursos en su mayoría innecesarios, para evitar que haya paro y que las grandes multinacionales y los grandes especuladores apoyados por nuestros políticos, siguen sin entender nada. Este sistema actual de vida está llamando a su fin si no hacemos algo para remediarlo.
Foto de Cola de caballo - Equisetum