El asunto consiste en aprovechar la energía solar, durante los meses más calurosos del verano (de junio a agosto), para calentar el suelo, que previamente se ha labrado y se ha humedecido completamente, a capacidad de campo que se llama, es decir el punto en el que el suelo puede retener la máxima cantidad de agua en los poros que dejan los distintos agregados del suelo (generalmente se inunda la zona a tratar) e inmediatamente se cubre la superficie a tratar con un plástico transparente, que se sella al suelo con una considerable cantidad de tierra a su alrededor.
Se ha comprobado que con este sistema se elimina una gran cantidad de organismos nocivos del suelo como hongos, nemátodos y malas hierbas anuales, cuyas semillas se cuecen literalmente en el suelo. Además este sistema disminuye la salinidad del suelo (parcialmente) y como se señala en el Boletín Fitosanitario de la D.G.A, también estimula el crecimiento de las plantas que posteriormente se cultiven. Es necesario mantener el plástico unos 30 días.
Os invito a probar este sistema de desinfección de suelo, En la foto estamos realizando el labrado del suelo para solarizar el suelo y preparar la siembra de las hortalizas de invierno a finales de agosto o principios de septiembre.